26 de octubre de 2011

El Real Madrid y el sueño de la NBA

Florentino Pérez, manos a la obra.
Corría el año 2002, Florentino Pérez presidia el Real Madrid y sacaba brillo a la novena Copa de Europa, conseguida tras los millonarios fichajes de Figo, Zidane y Ronaldo.  Eran tiempos de bonanza económica –al menos para el presidente del Real Madrid- y la palabra “crisis” no era aún la más pronunciada. Sin embargo, no todo eran alegrías para el presidente del grupo ACS, ya que el equipo de baloncesto no terminaba de carburar y además resultaba sumamente deficitario para el club blanco.

Ramón Calderón, que más tarde sería el relevo de Pérez en la presidencia y que por aquel entonces era el directivo responsable de la sección de baloncesto, pronunció una mañana de octubre las palabras que darían pie al gran titular: “Florentino Pérez quiere al Real Madrid en la NBA”. Lo que para los aficionados al baloncesto suponía una locura para el todopoderoso presidente del Real Madrid era, según Calderón, “un negocio seguro”.

Todo encajaba.  La futura ciudad deportiva del Real Madrid (las actuales instalaciones de Valdebebas) iba a acoger un moderno pabellón para 12.000 espectadores que cumpliría los requisitos de la NBA y de paso serviría para los juegos olímpicos que Madrid seguramente acogería en 2012…  Además, por el mero hecho de jugar la mejor liga del mundo, el club blanco se aseguraría ingentes cantidades de dinero a través de las taquillas –con llenos asegurados hasta cuando viniera el peor equipo de la Midwest Division, claro-, los derechos de televisión y la publicidad.

Han pasado nueve años desde aquellas palabras de Calderón  y la NBA bastante trabajo tiene a día de hoy con intentar seguir viva en Estados Unidos. La idea de una división europea que periódicamente menciona el comisionado David Stern sigue sonando a bella utopía y los aviones siguen tardando lo mismo en cruzar el charco que hace una década.  Sin embargo, el sueño de Florentino ha seguido vivo y cada día que pasa se acerca más a la realidad, aunque por un camino que difícilmente habríamos imaginado en 2002.

Puede que ya hayan escuchado por ahí pero la actual temporada de la NBA está congelada a causa de las diferencias entre jugadores y propietarios a la hora de repartir los beneficios. Ese parón, que responde al nombre de “lockout”, ha provocado que algunos jugadores de la liga estadounidense recalen en los más pudientes equipos europeos. Florentino Pérez lo ha escuchado por la radio y ha pensado “esta es la mía”.

Dicho y hecho, Rudy Fernández y Serge Ibaka aterrizan en Barajas, y la prensa especula con más incorporaciones -¿galácticas?-. Para que el sueño sea aún más real y del Real, resulta que ahora el equipo merengue juega en un céntrico y moderno pabellón con capacidad para 15.000 espectadores, aunque temporalmente tenga que disputar algunos partidos en otro “mágico” recinto de menor capacidad y del que algunos aficionados salen con tortícolis.

Mientras,  el entrenador Pablo Laso recibe a los jugadores como el niño al que los Reyes Magos traen un regalo que no ha pedido. Juguetes buenos, bonitos y no precisamente baratos para formar un equipo llamado a arrasar en Europa.  Suponemos que el resto de la plantilla acoge a los nuevos con la alegría de saber que la suma de efectivos servirá para que el trabajo se reparta equitativamente y nadie se canse demasiado en unos partidos que ganarán casi sin bajar del autobús.

Un sueño hecho realidad del que nos despertaremos cuando desde Nueva York nos digan que el “lockout” ha finalizado. Entonces Florentino Pérez agradecerá los servicios prestados a los temporeros y estudiará los beneficios económicos de su paso por el club.  Por su parte, Laso tendrá que convencer a los jugadores que se queden para que arrasen en Europa tal y como estaba previsto. Tal y como Florentino Pérez esperaba cuando hizo realidad su sueño de convertir al Real Madrid en un equipo NBA.

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo, pero creo que no se pueden comparar los casos de Rudy e Ibaka... el congoleño si es un temporero (de lujo, eso sí), pero en el caso de Rudy el aficionado ha de ver más allá de esta temporada y pensar en que se ha fichado al jugador para cuatro años... y eso sí es un acierto... sobre todo teniendo en cuenta que había una amenaza muy seria de que si volvía a Europa sería para jugar en el Barça.

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  2. Sí, el fichaje de Rudy es todo un acierto siempre que no le vayan bien las cosas en Dallas y allí no le ofrezcan algo suficientemente bueno para que no vuelva a Madrid. Imagina que gana un anillo con los Mavs y Cuban se enamora de él.

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